Una de las muchas cosas buenas que tiene la literatura es la capacidad de llegarte al corazón con apenas unas cuantas frases. Eso es lo que consigue la autora de este libro, Kaye Blegvad. Con ilustraciones sencillas, hechas a tinta negra, y unas cuantas frases acompañándolas, consigue transmitirte sus sensaciones acerca de la depresión sin siquiera mencionarla. Aunque la sinopsis que acompaña esta reseña es la oficial de la editorial, y refleja muy bien el contenido del libro, mi consejo es que primero dejéis que su historia os sorprenda, y después leáis qué opina la gente sobre ella. Dicho esto, vamos a conocer al perro de la autora y, quizá, al nuestro propio.
20.5 × 15.3 cm
Nº de páginas: 64
Cartoné
Fecha publicación: 25/09/2019
ISBN: 978-84-120611-1-6
«Quien ha escuchado mi historia se ha sentido menos solo, y así, yo también me he sentido menos sola.» explica Kaye Blegvad, la autora de Mi perro y yo, una obra que no pretende ser un mero desahogo personal, sino el grito de quienes muchas veces se sienten juzgados y estigmatizados por sus alteraciones emocionales.
En una época en que los prejuicios contra las enfermedades mentales conviven con la reivindicación de una nueva narrativa para entenderlas, Kaye Blegvad explica con valentía su propia historia de padecimiento y superación de la depresión, metaforizada en un perro negro y enorme que la acompaña desde su nacimiento. El perro se manifiesta agresivo e incontrolable durante la adolescencia, y pasarán muchos años hasta que la protagonista llegue a entender (y aceptar) que el perro no es algo que pueda negar o abandonar, sino que forma parte de ella misma.
Con una prosa directa e intimista y un dibujo sencillo en tinta negra, Blegvad describe un rico y complejo proceso de reconciliación con sus sentimientos oscuros. Este ensayo visual, compartido originalmente a través del famoso medio digital Buzzfeed, se materializó en papel gracias a una campaña colaborativa en Kickstarter: en pocas semanas, el presupuesto necesario se había quintuplicado, los lectores reclamaban escuchar su historia, la historia de tantas personas.
Mi perro y yo es una obra audaz y original, que reivindica la angustia y el dolor en la literatura desde un punto de vista novedoso y personal, sin tabús. Los lectores y lectoras disfrutarán de este diario de vida en el que se verán reflejados sus propios miedos y angustias, pero en el que encontrarán un mensaje positivo y esperanzador.
Yo, que tiendo siempre a preferir los dibujos atrevidos, llenos de color y que salen fuera de lo común, aquí estoy diciendo lo mucho que disfruté las ilustraciones de Kaye Blegvad. Como decía antes, toda la obra (tanto ilustración, como portada y contraportada, incluso la letra) se caracterizan por ser muy sencillas y por no haber más color en ellas que el blanco y el negro. Sin embargo, este estilo tan característico me parece perfecto para transmitir lo que quiere, de alguna manera dejando de lado el "cómo" y priorizando el mensaje. No importa tanto la forma, el color, o la raza del lobo, sino lo que simboliza como metáfora. Y por eso, para mí, la estética y la ilustración del libro tienen un sobresaliente.
Fuente: Libros del Zorro Rojo |
Como os podéis imaginar, este libro no se caracteriza por tener textos largos ni páginas y páginas para leer. Igual que las ilustraciones tienen como finalidad última la de transmitir un mensaje, lo mismo pasa con los textos que las acompañan. Son textos muy cortos y sencillos (incluida la letra, parecida a la que cualquiera de nosotros podríamos escribir a mano) pero que consiguen hacer llegar al lector el mensaje. En todo momento, la autora utiliza la metáfora del perro para referirse a su depresión. La magia es que no le hace falta mencionar la palabra, ni similares, para que el lector sea consciente de las diferentes etapas que la autora ha ido pasando con este 'perro' a lo largo de su vida. Además, saber que (como ella misma dice en la sinopsis que os puse arriba) este libro la hizo sentirse menos sola frente a su convivencia con el perro, creó en mí un sentimiento de empatía y cercanía que pocos autores han conseguido lograr con tan poco. Consigue que, pese a haber vivido situaciones duras, empatices con su vida y sientas que es una luchadora que jamás se ha rendido.Y ese es, creo, un mensaje precioso en un contexto que no lo es tanto.
Lo dice la sinopsis y tiene razón: este tipo de enfermedades mentales llevan consigo (aún) una serie de prejuicios que deberían dejarse atrás. Y en esto tienen un papel fundamental autores como por ejemplo Kaye, contándonos de su puño y letra cómo es vivir con este animal. De igual manera que la autora naturaliza la depresión y llega a verla como algo que forma parte de sí misma, los lectores, la sociedad, deberíamos naturalizarlo de igual manera. Hacerles más llevadera la compañía de este perro que acompaña a tanta gente y que es para muchos tan difícil de domesticar.
¿Qué más decir de este libro? La verdad que tengo el convencimiento de que, si lo leéis, os hablará él mismo mejor de lo que pueda decir yo. En mi caso, no solo cumplió con mis expectativas sino que las superó. Pese a ser un dibujo que a priori puede parecer sencillo o poco llamativo, es capaz de transmitir junto con un texto breve, muchísimos sentimientos. Este libro además sirve para dar visibilidad y ver desde una perspectiva diferente la depresión, gracias a esta forma tan especial que tiene la autora de contar su propia experiencia. Por todo esto, y lo que os queda por ver si leéis el libro, lo considero imprescindible.
¡Qué bonito e inspirador! Me recuerda a Winston Churchill, cuando llamaba "perro negro" a su depresión. La verdad es que muchas veces se habla de superar la depresión cuando tal vez sea mejor aprender a convivir con ella, como cualquier otra enfermedad crónica.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por tu reseña.
¡Hola! Me llama la atención tu comparación, muy curioso. Me alegro de que te pareciese inspirador el libro, espero que si te animas a leerlo te guste. ¡Un abrazo y gracias por comentar! 🐱
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