Reseña 127 🐍 | LA REINA DE NADA (Los Habitantes del Aire #3) de Holly Black

Podría decir, sin exagerar, que la publicación de esta tercera y última parte de 'Los habitantes del aire' era el libro que más esperaba en 2020. Como ya sabréis, las dos primeras partes de la trilogía simplemente me enamoraron. Así que, con cierto sabor agridulce y toda la pena del mundo, despido esta trilogía a la que tanto cariño  le cogí estos últimos años. Gracias Holly, y (espero que) hasta pronto. 

Escritor: Holly Black

Colección: Los habitantes del aire

Materia: Fantasía

Editorial: Hidra

EAN9788417390631

ISBN978-84-17390-63-1

La exiliada reina mortal de Faerie, Jude, ya no tiene poder alguno y aún está recuperándose de la traición que ha sufrido. Pero está decidida a recuperar todo lo que le han arrebatado. Y su oportunidad llega cuando su hermana Taryn le pide ayuda porque su vida está en peligro. Jude deberá regresar a la traicionera corte de Faerie si quiere salvar a su hermana. Pero Elfhame no está como antes de que Jude se fuera. La guerra es inminente. Y Jude va a tener que entrar en territorio enemigo para retomar el sangriento juego de poder de los inmortales. Y, cuando una poderosa maldición se desate y cunda el pánico, Jude deberá elegir entre consumar su ambición o conservar su humanidad… 

     

    

Decía, en mi reseña del primer libro, que Holly Black se había ganado un sitio en mi corazón lector. Dos años después me mantengo, y digo que si en ese momento me gustó, hoy su pluma me gusta aún más. Una de las cosas que admiro de esta autora es que se mantiene fiel a su estilo y a las reglas del mundo y los personajes que ha creado. Y es que su pluma  no ha bajado de nivel en estos tres libros. En los dos libros anteriores, nos tenía más acostumbrades a un patrón que era: nos presenta la trama poco a poco, con pequeñas pistas, hasta que se acerca el final y nos da la gran sorpresa donde todo cobra sentido y nos quedamos con cara de 'whaaaaat?'. Sin embargo, aunque en este libro sigue un poco ese esquema, desde los primeros capítulos pasan cosas muy inesperadas y la expresión de asombro del lector es constante hasta que llega el 'WHAAAAAT?' final. 

En definitiva, que una vez que empiezas el libro, la pluma de Holly hace su magia y ya no lo sueltas hasta acabarlo. 

Puede que, por ser el libro más reciente que he leído de los tres, o por el cariño que le tengo, no sea imparcial. Pero, de entre todas las portadas, esta es la que más me gusta. Algo que valoro mucho en las portadas de esta trilogía es que cuentan algo por sí mismas, pero de forma sutil. Desde que vi esta portada, me pregunté una y otra vez el por qué de esa serpiente de la izquierda o el hielo del fondo. Eso quiere decir que la portada consigue su objetivo: crear curiosidad en ti. Y eso es algo que valoro mucho (junto con otras cosas) de una portada. Lo (entre comillas) fácil es hacer una portada bonita; pero que sea bonita, coherente y a la vez que cuente algo, no lo es tanto.

No puedo dejar atrás la edición del libro por dentro: impecable. Como sabéis, los tres libros de la trilogía traen un mapa (con las variaciones que va sufriendo a lo largo de la historia), y tanto los capítulos como las divisiones de la historia tienen ilustraciones y pequeños detalles que lo acompañan. 

Tengo que decir que hace muy poco salió publicado How the king of Elfhame learned to hate stories (si, lo sé, es un título un poco largo) y la portada es una auténtica pasada (la tenéis un poco más arriba, en 'secuela'). Así que probablemente rivalicen por ser mi favorita en un futuro próximo 🙄. 

Antes de leer 'La Reina de Nada' volví a leer los dos libros anteriores y me reafirmo en dos cosas: 

▪ La primera, la coherencia y la buena construcción que tiene la historia de principio a fin. 

▪La segunda, que es recomendable releerlos ya que la cantidad de matices que aprecias es fascinante. 

El final del segundo libro deja la historia patas arriba (nueva isla incluida), con Cardan reclamando el tan codiciado trono de Elfhame y Jude desterrada en tierras mortales. Como era de esperar, Jude no es de las que se conforman con un no por respuesta, y acaba volviendo a Elfhame y al juego de poder que conlleva. A esto se le añadirá un hecho inesperado que marca un antes y un después en el libro y en toda la historia. Jude tendrá que elegir entre sus sentimientos o su ambición, ¿qué elegirá?

La trama de me gustó y me hizo sufrir a partes iguales. Como todo desenlace, tienes un sentimiento agridulce conforme te vas acercando al final, pero en este caso especialmente y les que lo hayáis leído me entenderéis. Aunque la pelea que existe alrededor del trono a lo largo de la historia me gustó mucho, lo que más disfruté de esta última parte fue el desarrollo final de los personajes, todos y cada uno (tanto protagonistas como secundarios). Y especialmente el desarrollo de Jude y Cardan, y la problemática final que se les presenta. Como decía en el apartado anterior, si bien estoy acostumbrada a las sorpresas que nos da la autora, en esta última parte eran constantes y (algo que me encanta) inesperadas. Y para evitar spoilers, hablaré más de ese tema al final de la reseña. 

Como decía, lo que más me ha gustado de esta tercera parte fue el desarrollo y desenlace final de los personajes principales y secundarios. Porque es cierto: en este último libro, cada personaje secundario tiene su propio momento en la historia y un merecido cierre final. 

Preferencias personales aparte, en el caso de los personajes secundarios estoy conforme con todos y cada uno de sus desenlaces. Me gustó especialmente, dicho sea de paso, el de Taryn y el de Locke: con independencia de que me gusten o no como personajes, su desenlace me parece de 10. ¿Alguien esperaba que el final de Locke fuera de esa manera? O lo que me llamó más la atención, ¿a manos de quién?. Taryn siempre intenta desmarcarse de las acciones de su hermana cuando en realidad, a la hora de la verdad, las dos son bastante parecidas: cuando quieren algo, van a por ello con todas las consecuencias. Tenéis que leer The Lost Sisters, de verdad. Tiene como narradora a Taryn y se conoce bastante al personaje y su manera de actuar. Enlace a la reseña aquí🙄. 

Madoc: 'No hay banquete demasiado copioso para un hambriento.'

Mi mayor miedo con este tercer libro era en relación a nuestros protagonistas, Cardan y Jude, y a lo mucho que me inquietaba que su final no estuviese a la altura de mis (bastante altas de por sí) expectativas. Pero me hace muy feliz poder decir que, para mi gusto, fue perfecto. ¿Por qué?

Cuando conocimos a Cardan, nuestra primera impresión fue estar de acuerdo con el título del libro: era un príncipe cruel. Además, yo añadiría que malcriado, caprichoso, y sin una justificación para todo el mal que hacía y permitía que otros hiciesen a su alrededor. Cuando acaba el primer libro, empezamos a entender parte de sus comportamientos y conocemos lo que Cardan quiere ocultar a toda costa: Sus debilidades, entre ellas Jude Duarte. Debilidad que se hará un poco más patente (con una tensión entre los personajes que madre mía) en el segundo libro, junto con algo muy importante: Cardan empieza a confiar en alguien, a bajar la guardia. Es por esto que, cuando siente que Jude le ha traicionado, parece que todo el desarrollo del personaje se cae con el mandato de exiliarla a las tierras mortales. 

Cardan: 'Entiendo que pensaras así. Supongo que no soy una persona en la que resulte fácil confiar. Puede que ni siquiera sea digno de ello. Pero déjame decirte una cosa: yo sí confío en ti.'

En el tercer libro, aunque ya se da alguna pincelada en el segundo, se conoce cómo fue su infancia y en qué ambiente creció Cardan: un padre y hermanos que le ignoraban y sólo hacían alimentar su maldad, y una madre que se despreocupó completamente de su crianza, que casi ni le alimentaba o vestía, mucho menos educaba. Todo esto, añadido a una supuesta maldición que le culpaba de la futura ruptura del trono.

Oriana: "Todo el mundo coincide en que el príncipe Cardan fue una decepción desde que nació".

Con los años necesita ser cruel para llamar la atención de alguna manera, para recibir alguna mirada que no sea de compasión o indiferencia. Es, como vemos, una persona que crece sin cariño alguno y que por tanto, conforme pasa el tiempo, no sabe cómo dárselo a los demás y sólo responde con más crueldad. Todo esto tiene como resultado a un príncipe cruel en apariencia pero, en su interior, una persona voluble e insegura en lo sentimental y con una confianza en sí mismo casi nula. 

Para mí, la evolución de Cardan es la mejor de todo el libro porque, pese a todo esto que acabo de comentar, es un personaje que consigue cambiar a mejor. Sobre todo en dos cosas significativas: en cómo trata a los demás, y a las personas que quiere. Por ejemplo, en el primer libro se le arrancan las alas a un miembro de la corte por el más leve desaire a él o a sus amigos, y él mira la escena impasible, incluso divertido. Sin embargo, da un cambio tan grande que al final de la historia arriesga su vida para salvar a otros que en su momento consideraría como inferiores y no le despertarían simpatía alguna. 

Cardan: 'Los dos hemos vivido mucho tiempo con esta armadura puesta. Y ahora no sé si seremos capaces de quitárnosla. '

Pero, sobre todo, cómo cambia su actitud hacia aquellos que quiere. Especialmente en el caso de Jude.

A diferencia de Cardan, Jude sí que sabe lo que es el cariño. Fue criada por sus padres y vivió feliz junto a ellos y sus hermanas. Sí que es cierto que en un momento dado Madock los asesina y durante mucho tiempo la adaptación de Jude a su nuevo hogar es complicada. Sin embargo, aún con esto, no le falta cariño ni de sus hermanas ni (a su manera) de Madoc. Además, tiene quién la respalde, quién la abrace cuando se siente una inadaptada en Elfhame. Cardan nunca ha disfrutado nada de eso, pese haber nacido príncipe y hada de pleno derecho. Nunca nadie pelea por él como los padres y de Jude pelearon por ella. Aún con todo, y pese a no tener ni idea de cómo dar cariño o recibirlo, vemos como es Cardan el que (de diversas maneras, sutiles muchas de ellas) inicia los acercamientos con Jude, llegando a ser el que declara sus sentimientos en varias ocasiones. 

Pese a la coraza que ambos llevan encima, pese a que muchas veces lo expresan desde la ironía, desde el conflicto y el juego, son personajes que se quieren y se respetan profundamente.

Cardan: 'Es a ti a quien quiero. He dedicado mucho tiempo a proteger mi corazón. Lo blindé de tal modo que podía actuar como si careciera de él. Incluso ahora, sigue siendo un órgano averiado, indecoroso e infestado de gusanos. Pero te pertenece.'

Y es que, pese a su apariencia tan decidida y tan guerrera (cosa que me encantó del personaje en los tres libros), vemos que este coraje no siempre está presente si se trata de sus sentimientos hacia Cardan. A lo largo de los dos libros anteriores, queda patente que (al igual que Cardan) ella también tiene una duda interna sobre reconocer sus sentimientos hacia Cardan porque lo considera una debilidad. Es un personaje acostumbrado, al igual que Cardan, a estar a la defensiva y pelear día tras día para ganarse un sitio y el respeto de Elfhame. Cueste lo que cueste.

Jude: 'Detesto que mis emociones me debiliten y me traicionen. Puede que desear que alguien te quiera no sea lo peor del mundo, aunque te duela. Puede que la debilidad forme parte de la esencia del ser humano.'

Esta búsqueda de poder tiene como punto de inflexión este tercer libro. Y es que, pese a ser la reina de Elfhame, sigue sin tener el sitio que tanto tiempo lleva codiciando y la corte no la acepta ni respeta como tal. Pero quien algo quiere, algo le cuesta, y en este libro Jude deberá elegir entre su amor o su ambición. ⬇

Tras la PEDAZO escena en la que Cardan rompe la 👑 y, a consecuencia de la maldición, se convierte en 🐍, todo se viene abajo para Jude. Echa de menos a Cardan pero a la vez tiene la fugaz idea de que, sin él, ella sería la reina absoluta de Elfhame. Sin embargo, pese a todo lo que ha sufrido y luchado para obtener el poder que ahora le ofrecen en bandeja, duda. ¿Matar a Cardan y liberarle de esa agonía? ¿Tenerle para siempre, pero en forma de serpiente, anulado y dominado? Podría hacer algo que, a lo largo de toda la historia, intenta de muchas maneras y nunca consigue: controlar a Cardan y ser ella quien gobierne. Sin embargo, el culmen de la evolución de este personaje es precisamente ese: renunciará a lo que sea, incluso al trono que tanto codiciaba, por Cardan. Renuncia al poder por una persona que al principio odió y al que todo el reino despreciaba. ¿Qué mayor evolución que esa? No hace lo que haría la anterior Jude, sino que hace lo correcto aunque eso deje su corazón completamente expuesto. 

Diría que todas las palabras son pocas para describir lo mucho que me gusta este libro y esta trilogía, pero en vista de lo larga que me quedó la reseña, os podéis hacer una idea. Esta trilogía reunió tantas cosas que me encantaron, que algunas de ellas ya las llevaré conmigo siempre. Más allá de recomendar una y otra vez esta trilogía (cosa que hago bastante a menudo), quiero terminarla destacando dos cosas. La primera, el mundo que crea esta autora es fascinante, por lo oscuro y cautivador que es. Por los giros que da la trama, las sorpresas que te dejan pegado a la página con cara de '¿por qué a mí, Holly?'. Pero sobre todo, por lo personajes. Soy defensora de los personajes imperfectos y a veces dañados. Un personaje imperfecto (bien hecho, y sin caer en tópicos ni en el aburrido 'soy malo por que sí' que se ve tan a menudo) bien explicado y con un desarrollo como el de Jude y Cardan son auténticas maravillas. El mensaje que transmiten: No soy perfecto, mi corazón 'está averiado', pero sin embargo lo entrego completamente.  Por todo esto, pese a que los tres libros tienen un 5/5, este se lleva una mención especial.