Nombre: Harry Potter y el Misterio del Príncipe
Autor: J. K. Rowling
ISBN: 978-84-7888-990-7
Número de páginas: 608
Editorial: Salamandra
Con dieciséis años cumplidos, Harry inicia el sexto curso en Hogwarts en medio de terribles acontecimientos que asolan Inglaterra. Elegido capitán del equipo de Quidditch, los entrenamientos, los exámenes y las chicas ocupan todo su tiempo, pero la tranquilidad dura poco. A pesar de los férreos controles de seguridad que protegen la escuela, dos alumnos son brutalmente atacados. Dumbledore sabe que se acerca el momento, anunciado por la Profecía, en que Harry y Voldemort se enfrentarán a muerte: «El único con poder para vencer al Señor Tenebroso se acerca... Uno de los dos debe morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida.». El anciano director solicitará la ayuda de Harry y juntos emprenderán peligrosos viajes para intentar debilitar al enemigo, para lo cual el joven mago contará con la ayuda de un viejo libro de pociones perteneciente a un misterioso príncipe, alguien que se hace llamar Príncipe Mestizo.
Bueno bueno bueno... ¿Cómo empezamos esta reseña? Reconozco que aún me estoy reponiendo del final de este libro. Concretamente, de la remontada que ha dado la saga con respecto al libro anterior, que no considero que sea malo, pero sí que no está al mismo nivel que los anteriores. Pero vamos con la reseña.
J. K sigue teniendo un humor tan...¿Cómo describirlo? Simple pero sutil, sin llegar a ser absurdo (salvo ejemplos como el nombre de Lord Kakadura...) pero tampoco utilizando dobles sentidos complicados y difíciles de llegar al lector. Un ejemplo, cuando Nick Casi Decapitado dice prefiero morir antes de traicionar su confianza y Ron contesta eso no es gran cosa dado que ya estás muerto. A lo que Nick le responde una vez más demuestras la sensibilidad de un hacha desafilada. Como digo, no es un humor muy elaborado, pero en el contexto de según qué escenas encaja a la perfección (como es este caso, en el que Nick empieza un discurso muy digno y Ron lo corta diciéndole que su palabra no vale mucho, lo que ofende a Nick y, aunque sea una escena seria, hace reír al lector).
Por lo demás, la autora no defrauda en este penúltimo libro y sigue en su línea en cuanto a la forma de escribir y construir la historia: nos regala grandes momentos, tanto buenos como malos, intriga, nuevas subtramas... Un aplauso.
Por lo demás, la autora no defrauda en este penúltimo libro y sigue en su línea en cuanto a la forma de escribir y construir la historia: nos regala grandes momentos, tanto buenos como malos, intriga, nuevas subtramas... Un aplauso.
Conforme leo esta historia, tengo la sensación de que J. K tenía claro cuál sería el papel de Ron, que él mismo reconoce en el libro anterior:siempre en segundo plano, de alguna manera eclipsado bien por la inteligencia de Hermione o por la fama desmedida de Harry. En este sentido es un personaje que me despierta cierta ternura sólo por eso, por el papel que le da la autora en este trío de amigos. Aunque otras veces no soporto que actúe de manera tan caprichosa e infantil, y que haga cosas como por ejemplo empezar a salir con Lavander simplemente porque su hermana le dice si besaras a unas cuantas chicas, no te molestaría lo que los demás hacen [...] tienes menos experiencia que un crío de doce años. Apuntar que me hace gracia que Ginny le diga eso a su hermano, cuando ella es más pequeña que él y debe tener como mucho quince años (no es más mayor que una cría de doce años).
Sin embargo, reconozco que pese a estas frases desafortunadas entre Ron y Hermione, disfruté mucho de ese tira y afloja que tienen los dos personajes. No podemos olvidar que son adolescentes, que no llegan ni a la mayoría de edad, y tienen la cabeza llena de pájaros (en el caso de Ron, en una ocasión, literalmente).
Podría criticar ciertos comportamientos que tienen el uno hacia el otro cuando están con otra persona (por ejemplo, Ron con Lavander, o Hermione con McLaggen). Una de las pocas veces que Ron habla sensatamente es cuando dice: No tiene derecho a quejarse, porque ella se besaba con Krum [...] y ahora se ha enterado de que alguien quiere besarse conmigo [...] Yo no he hecho nada malo. La reacción de Hermione en este caso es desmedida y está días sin hablarle. Sin embargo, les doy un voto de confianza porque son personajes con buen fondo, sin maldad, que no son capaces de decirse la verdad sobre lo que sienten el uno hacia el otro.
Fuente: Instagram: @naomi_lord |
Uno de los grandes protagonistas de este libro es, junto a Harry, Dumbledore. Si ya era un personaje al que admiraba mucho por sus frases tan simbólicas en la saga y por un carácter que desprendía tranquilidad y sabiduría, en este libro se reafirmó esta admiración. Pasaba las páginas y estaba deseando que hubiera otro capítulo de sus viajes en El Pensadero con Harry. Al final del libro, no daba crédito al destino que J. K había decidido para él. Y aquí me vais a permitir que exprese mi enfado... J. K, ¿Por qué? Dos de los personajes a los que más admiraba de estaba saga (Dumbledore y Sirius) se han ido de manera innecesaria, y otros personajes de los que preferiría librarme siguen vivitos y coleando. Estoy indignada.
Si con la muerte de Sirius ya me enfadé, sobre todo por el pasotismo del resto de los personajes hacia esta muerte (un pasotismo que sigue presente en esta parte del libro, especialmente por parte de personajes que lo apreciaban tanto como son Lupin o Harry), con la de Dumbledore ya fue el colmo. Aunque entiendo que le quiera dar dramatismo tanto a la escena como a la historia, y demostrar que (teóricamente) Harry puede desenvolverse por sí mismo sin necesidad de su profesor, no lo apruebo. Irónicamente creo que lo único que me gustó fue que muriese a manos barita de un digno adversario, Snape, que no un aprendiz cobarde como Draco. Me tendré que conformar con recordar frases tan memorables de este personaje como:
Dumbledore: Y ahora, Harry, adentrémonos en la oscuridad y vayamos en busca de la aventura, esa caprichosa seductora.
Hablando de Draco… ¿Qué pasa con Draco? Como bien dijo Dumbledore, creo que sus actos hablan sobre sí mismo, y como un amigo mío dice: Draco no es malo, sino que vive en un mal entorno. En este caso, aunque se escude en la amenaza de Voldemort, no puedo aprobar su actitud pero a la vez no puedo evitar sentir pena por él. Siempre le he criticado mucho por el odio que tiene hacia los sangre sucia y sus pensamientos tan elitistas; sin embargo, creo que al final es un personaje que se siente muy sólo. Hay una escena muy curiosa en la que Myrtle la llorona habla con Harry sobre un chico con el que habla en los lavabos, al que describe como: sensible, la gente también se mete con él y se siente solo, no tiene a nadie con quien hablar. Después no lo dicen directamente pero se sabe que habla de Malfoy. En el fondo creo que quiere pertenecer al bando de Lord Voldemort, en parte por afinidad pero también para sentirse parte de un grupo, parte de un objetivo común, aunque sea malvado.
En cuanto al antagonista, Lord Voldemort, pese a todas las muertes y malas acciones que llevan a cabo tanto él como los mortífagos que le sirven, y aunque sé que esta sera una opinión impopular... Me parece un personaje muy interesante, y uno de los que más curiosidad me despierta en esta saga. Con razón en el test oficial de Pottermore salió que mi casa es Slytherin. Aunque no diría que es mi personaje favorito, más que nada porque hace cosas horribles para conseguir sus objetivos (y las que le quedan), creo que en el fondo transmite varios mensajes que, si nos esforzamos en ver más allá del mal, son dignos de reflexión. Y me explico.
Fuente: Instagram: @naomi_lord |
Es, desde su nacimiento, una persona inadaptada; sin embargo, mientras que otros tratarían de pasar desapercibidos y ocultar su rareza para sobrevivir, Tom Rydle no sólo lo acepta sino que lo toma como un favor del destino, una característica positiva que se le ha dado: Ryddle estaba dispuesto a creer que era... especial. Podríamos decir que es capaz de ganarse un nombre, cuando no era nadie.Tengo que decir que, en relación a sus orígenes, que desde pequeño diese por supuesto que la sangre de mago venía por parte de su padre y no de su madre me parece un poco machista:
Se vio obligado a aceptar que su padre no había pisado nunca Hogwarts … inició las indagaciones sobre la familia de su madre, a la que había desdeñado … Ella, según él, no podía ser bruja puesto que había sucumbido a la debilidad humana de la muerte.
Es además un personaje admirable por lo poderoso e inteligente que era ya de pequeño; la capacidad que tenía para usar sus poderes en su beneficio, aunque en muchos casos perjudicando en el proceso a otros: puedo hacerles daño si quiero. Como comprenderéis, aquí está la parte negativa de este asunto: el uso que le da a su poder, y que lo diferencia de otro gran mago del que acabamos de hablar: mientras que Dumbledore usa sus capacidades para hacer el bien, Voldemort decide usarlos para hacer el mal.
Lo irónico de todo esto es, además, que Dumbledore estaba rodeado de otros magos y gente que le quería y le respetaba, mientras que Voldemort es un mago que vive, prácticamente desde que nace, solo. Me llamó mucho la atención precisamente esta cuestión; es un niño huérfano, que a priori podríamos pensar que está desamparado o falto de cariño, débil... Pero no, es capaz desde bien pequeño de defenderse y valerse por sí mismo, y convertir esas posibles debilidades en fortalezas. Esto tenéis que reconocer, que por muy mala persona que sea, es admirable (aunque cuestione el cómo consigue subsistir).
[...] Demostró su desprecio por cualquier cosa que lo vinculara a otras personas o que lo hiciera parecer normal. Ya entonces él quería ser diferente, distinguido y célebre. [...] Era una persona autosuficiente, reservada; no tenía amigos. [...] Prefería moverse solo.
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Además de todo lo dicho anteriormente sobre los personajes, de la trama de esta parte de la historia me llamaron la atención un par de cuestiones.
Otro tema central de este libro son los Horrocruxes. Sabiendo lo que contienen y los riesgos que conlleva, y el sacrificio que hay que hacer para crear uno, que exista un mago dispuesto a pagar ese precio para crear más de uno, es digno de poner los pelos de punta. Veremos el desarrollo de esto en el último libro, pero me pareció una idea tan oscura como maravillosa, que sólo podría ser fruto de una mente tan torcida como la de Lord Voldemort. Lo único que no me cuadraba del todo era ese gran secretismo con el tema. Voldemort conoció la existencia cuando era alumno de Hogwarts, pero, ¿Quién le enseñó realmente cómo crearlos, teniendo en cuenta el secretismo que rodea el tema, y la poca información al respecto que hay? Alguien con altos conocimientos de magia oscura, pero (por el momento) no se sabe quién o como.
La siguiente, y esto no es la primera vez que lo digo, es el concepto de alma que tiene la autora o el poder mágico que le da al amor. Es significativo que entienda el asesinato como algo antinatura, una forma de ir contra la naturaleza y romper tu alma. Llegó un punto en el que me parecía increíble que digan que el mayor poder que tiene Harry (equiparándolo en fuerza al de Voldemort, aunque uno de estos poderes nace del mal y otro del bien) es.. el amor. ¿El amor?¿Cómo que el amor? Lleva años estudiando en una escuela de magia para que su mayor defensa sea… ¿el amor?
- … Tú tienes el poder de amar.
-Entonces, cuando la profecía dice que yo tendré “un poder que el Señor Tenebroso no conoce”, ¿se refiere al amor?
- En efecto, sólo al amor.
Aquí dejo mi duda con respecto a este tema. Sólo espero que en el último libro este tema no sea el talón de Aquiles de toda la saga, y J. K lo desarrolle de manera coherente y (en la medida de lo posible) creíble.
Y poco más de la trama, que no haya dicho ya en el apartado "personajes" o aquí. Me gustó el profesor nuevo de este año, y cómo al final nos da una pequeña lección de valentía enseñándole a Harry el recuerdo verdadero de su charla con Voldemort años atrás. Me gustó también la relación entre Harry y Ginny, pasa mucho más desapercibida y surge de manera más natural que en la película. No entendí cuando lo leí y sigo sin entenderlo, qué necesidad tiene Harry de cortar con ella al final del libro, pero una vez más, espero que me lo argumenten en el último.
Esta saga vuelve a la nota que le puse cuando la empecé. Este penúltimo libro revivió mis ganas de no parar de leer, esa intriga de qué me deparará el próximo capítulo. A excepción de haberme gustado saber (aún) más sobre el pasado de personajes como Voldemort o Snape, creo que sólo puedo decir cosas buenas de esta penúltima parte de la saga. Resumiendo mucho mi opinión, decir que es un libro que aporta momentos de todo tipo, que revolucionan tu cabeza tanto como las hormonas de los protagonistas: hay momentos de tensión, de pena, de alegría, de amor, de amistades y enemistades, de vistas al pasado, pero también al futuro... Creo que será la antesala del que, estoy segura, será un libro memorable para mí de igual manera que lo fue para otros muchos antes.
Reseña dedicada al Secretario de la Gata. Esta historia se acaba, pero vivirá siempre en mi corazón lector gracias a ti.
¡ATENCIÓN SPOILERS!
ResponderEliminar¡Hola! Me ha encantado este análisis tan profundo :) Personalmente, yo soy de las personas que sienten más lástima por Draco Malfoy que por Ron Weasley (sí, soy bastante rara). No por nada, si no porque, como bien dices, el problema de uno es que el segundón, mientras que el otro está solo por completo, está asustado porque le han encargado una tarea suicida que no quiere hacer y, si no cumple, lo matarán a él y a toda su familia. Lo veo un pelín descompensado. Ademán Ron ha sido bastante cruel con alguna gente a lo largo de la saga, y eso siempre me distanció del personaje. Me tocaba las narices sobretodo cuando hablaba mal de Luna (que me encanta).
El final del libro también me impactó muchísimo, y eso que, por desgracia, me hicieron spoiler en su día (y aún no lo he perdonado), pero yo sí que no soporto la relación de Harry y Ginny, para mi no fue nada natural, más bien me pareció una sacada de la manga y recuerdo que me enfadé muchísimo cuando lo leí. A mi me pega más con Luna, una outsider como él, incluso con Ron, ¡qué narices!
En cuanto al paralelismo que hiciste entre Voldemort y Dumbledore... Estoy de acuerdo, pero yo creo que también refleja a la perfección que Voldemort y Harry son muy, muy parecidos. El mismo director lo dice casi al final del libro, se parecen mucho, pero uno utiliza sus poderes para el bien y el otro para el mal, y después de todo lo que Voldemort ha hecho, es natural que Harry quiera matarlo (creando a sí a su más poderoso enemigo). Dumbledore siempre fue muy sabio :)
Un besazo.
¡Hola! Gracias por comentar y por darte tu opinión tan desarrollada :3
EliminarEstoy de acuerdo con la comparación Malfoy-Ron que haces, quizá no consigue darme pena del todo Malfoy porque durante mucho tiempo machacó tanto a Harry como a sus amigos por razones bastante cuestionables, y a eso no le obligaba nadie.
Si, sacarse la relación de la manga lo noté muchísimo más en la película, pero en la saga (con lo larga que es) creo que podrían haber introducido el tema de manera más paulatina en libros anteriores, y en este dar "el toque final". A mi también me encanta Luna, la outsider jajaja y preferiría a Luna antes que a Ginny, pero como Harry tampoco es un personaje al que ame me da igual con quien acabe sinceramente (¡Alerta, opinión impopular!)
No eres la primera que me habla del parecido entre Voldemort y Harry... Y no lo niego, claramente. Pero bueno, me pareció interesante hacer también esa comparación.
¡Un abrazo grande!