Reseña 83 💊 | A DOS METROS DE TI de Rachael Lippincott

Desde que se publicó este libro en España hace unos meses, leí buenas críticas sobre él y decidí ponerlo como lectura pendiente. 

Pero me tiraba para atrás que, según alguna gente, fuera un libro del estilo de Bajo la Misma Estrella, y no me apetecía volver a sufrir como con esa historia 😢. Pero, como veis, decidí darle una oportunidad este verano, y en dos días me lo acabé. Vamos con mi opinión. 

Nombre: A dos metros de ti 

Autor/a: Rachael Lippincott  

Editorial: NUBE DE TINTA

Año de edición: 2019

ISBN: 9788417605025

 A Stella Grant le gusta tener el control, a pesar de no poder dominar sus propios pulmones, que la han tenido en el hospital la mayor parte de su vida. Por encima de todo, Stella necesita controlar su espacio para mantenerse alejada de cualquier persona o cosa que pueda transmitirle una infección y poner en peligro su trasplante de pulmón. Dos metros de distancia. Sin excepciones.

En cuanto a Will Newman, lo único que quiere controlar es cómo salir de este hospital. No le importan sus tratamientos, o si hay una nueva medicación en ensayo clínico. Pronto cumplirá dieciocho años y podrá desconectar todas estas máquinas. Desea ir a ver el mundo, no solo sus hospitales.

Will y Stella no pueden acercarse. Solo con que respiren cerca, Will podría provocar que Stella perdiera su puesto en la lista de trasplantes. La única forma de mantenerse con vida es mantenerse alejados.

¿Puedes amar a alguien a quien no puedes tocar?

No me digáis que la portada no es una maravilla. Tanto el diseño de la portada como de la contraportada (incluso del lomo) me parecieron muy acertados y me encantaron. Es una portada que transmite positividad, pese al contraste de lo que puedes suponer por la sinopsis si aún no has leído el libro. Me gusta también por la relación que tiene con la historia, con unos pulmones como elemento central (de los que salen flores, vida) y los dos protagonistas separados por los famosos dos metros de distancia.

Esta autora no ha sido el mayor descubrimiento del año, todo hay que decirlo, pero tiene una forma de escribir muy sencilla que hace que la lectura sea ágil. Digamos que ni supera ni está por debajo de las expectativas, pero me ha gustado. Uno de los recursos que emplea mucho, que cada vez veo más en otros autorxs y me encanta, es contar la historia desde la perspectiva de los dos protagonistas. No es nada especialmente innovador pero le quita algo de monotonía a la historia. 👌 

Un poco en la misma línea de su forma de escribir, está la trama que nos trae la autora. A muy grandes rasgos, repito mi argumento: cumplió mis expectativas, pero tampoco las superó. Esto no quiere decir que sea malo, al contrario; pero es una de las diferencias entre tener un 3/5 (entretenido) y un 5/5 (imprescindible) 😶.

La trama empieza con una idea muy interesante: ¿Puedes querer a alguien a quien no puedes tocar? En este caso, por problemas médicos, ya que los dos protagonistas tienen una enfermedad que les impide estar a menos de dos metros y medio de cualquiera que comparta la misma enfermedad. Esta idea me pareció muy interesante y a la vez, tenía cierto miedo porque suponía que me iba a hacer sufrir. Sin embargo, la historia tuvo de todo: momentos tristes, momentos de pérdida, momentos graciosos, románticos... Pese a lo que pueda parecer, y es lo que más me gustó de este libro, transmite mucha positividad y sentido de la superación, y sobre todo mucho cariño hacia la vida. 

Si voy a morir, me gustaría vivir primero.

Pero mentiría si dijera que todo es de color de rosa. Como decía, también hay momentos tristes y momentos que consiguen encoger un poquito el corazón del lector, tanto por la enfermedad de los protagonistas como por la gente que está a su alrededor. Cómo cada uno lleva la enfermedad de su ser querido de maneras diferentes: unos intentan arreglarlo con dinero (si por esfuerzo se refiere a escribir un cheque que podría enviar a un pequeño pueblo a la universidad [...]), otros viviendo la vida que estos no pueden vivir...

La principal pega o punto negativo que le veo es algo que obviamente iba a existir en este tipo de historia: la trama se desarrolla siempre (con una excepción) en el Hospital. Yo entiendo que esto es lo más normal del mundo y es coherente con lo que nos cuentan, pero, había veces que se me hacía muy repetitivo leer capítulo tras capítulo que no salían de los cuatro o cinco escenarios de siempre, todos en el Hospital. 

Además, me parece curioso cómo poco a poco las nuevas tecnologías van ganando terreno en las tramas de algunos libros. Aquí, es muy normal ver a una chica contando en YouTube su batalla contra la fibrosis quística a sus más de 23 seguidores, o cómo se comunica con otros pacientes y amigos a través de FaceTime o Instagram. Creo que le da realismo a la historia pero siempre soy reacia a que destaquen mucho: prefiero que los personajes interactuen cara a cara y no a través de una aplicación. Pero, insisto, en este caso es una recurso acertado porque físicamente es complicado que se comuniquen por temas médicos. 

Sin los protagonistas, Stella y Will, esta positividad de la que acabo de hablar no sería posible. Cada uno con su forma de llevar la enfermedad, se ayudan y complementan perfectamente y esta sensación de apoyo llega directamente al lector. 

Incluso hace que una mascarilla se vea bien. [...] Incluso la cánula de su nariz le queda bien cuando sonríe así.

Me parecía maravilloso ver cómo, en diferentes puntos de la historia, se ayudan mutuamente a salir a flote, a mirar hacia el futuro y luchar por la vida. Podríamos pensar que son personas que lo normal sería que estuviesen siempre tristes o deprimidas por el destino que les toca; sin embargo, son los dos personajes que más humor tienen y que mejor llevan la enfermedad:

Quién necesita un toque de queda cuando tu cuerpo lo hace por ti, ¿verdad?

Pero al igual que decía antes, los personajes no son todo alegría y buen humor: como seres humanos que son, tienen sus caídas, sus días malos, y en el caso de estos protagonistas, tienen diferentes formas de ver la vida y cómo quieren vivir el tiempo que les queda. Este me pareció uno de los temas mejor planteados del libro: ¿Seguir con el tratamiento, que les da tiempo de vida pero de alguna manera alarga su dolor, o simplemente dejarse ir hasta que el cuerpo diga basta?

- Tratamiento de mierda? Este tratamiento de mierda es lo que nos mantiene vivos.
- Ese tratamiento de mierda es lo que nos impide estar ahí abajo y vivir realmente.

Pese a esto, me quedo con todos los buenos momentos que protagonizan: la idea de Stella del palo de billar y el taco (aunque que alguien me explique cómo o donde lo consigue en un Hopital 😂), su obsesión por el orden y el régimen de medicamentos frente a la dejadez de Will... Maravillosos. Y, sobre todo, me quedo con la reflexión final a la que llega Stella:

No necesito pulmones nuevos para sentirme viva. Me siento viva ahora.

Este libro nos deja una sensación agridulce y un mensaje muy claro: la lucha por la vida está en nuestras manos y con qué actitud queramos llevarla. Que la vida no se mide en años sino, como en el caso de nuestros protagonistas, de momentos. Si os apetece un libro autoconclusivo y rápido de leer para este verano, es una buena opción. Como os dije, la autora para mí no fue el mayor descubrimiento del mundo, ni creo que haya hecho la historia más innovadora jamás contada, pero de una manera directa y simple nos transmite una historia con unos sentimientos muy positivos, y unos personajes a los que acabaremos cogiendo mucho cariño.