miércoles, 17 de octubre de 2018

Reseña 68 💋 | MIL BESOS Y CIEN MÁS de Laura Sciolla

La reseña de hoy va sobre un libro un poco especial, y es que su protagonista no es un nuevo personaje en este blog, sino que es, podríamos decir, un conocido, un invitado del que ya os he hablado varias veces de manera indirecta, pero al que nunca le dediqué un post como protagonista. Este libro lo leí, como en alguna ocasión ya he dicho, antes de haber empezado el blog, y por tanto, no lo pude reseñar en su momento. Pero siempre tuve ganas de hacer una reseña de él por aquí, así que me animé a releerlo y creo que me reafirmo en la opinión que tenía sobre él. Vamos con ella.


Nombre: Mil Besos y Cien Más
Autora: Laura Sciolla
ISBN: 9788425352294
Nº de Páginas: 336
Editorial: Grijalbo


Roma, siglo I a.C.: la hermosa Claudia languidece en la capital del Imperio. Casada con el oficial Quinto Metello, un hombre rudo y mayor que ella, sufre también las presiones de su ambicioso hermano Publio, con quien mantiene una ambigua y compleja relación.

El destino hace que Claudia conozca a Catulo, un joven veronés. Él es un poeta sensible que se siente irresistiblemente atraído por la patricia y la seduce no solo con las caricias más osadas sino también con sus versos.

Adorada como una musa y amada con extraordinaria delicadeza y sensualidad, Claudia aprende a disfrutar de su cuerpo, dejándose llevar por una pasión y un juego amatorio que rompe todas las reglas. Porque Roma es una ciudad implacable que tolera los excesos sexuales y las orgías desatadas, pero que desconfía de las historias de amor. Y Catulo, bajo la apariencia de amante entregado, esconde también a un hombre posesivo, capaz de pasar de los besos más ardientes a unos celos intensos y peligrosos.


Odi et amo. Quare id faciam? fortasse requiris / Nescio, sed fieri sentio et excrucior («Odio y amo. ¿Cómo es posible?, preguntarás acaso. No lo sé, pero siento que me ocurre y me atormenta»).


Este es el verso del poeta Catulo (el personaje histórico, no nuestro otro protagonista de la historia) que describe a la perfección cómo va a ser la historia de amor alrededor de la cual gira este libro: amor y odio hacia la misma persona, y en diferentes momentos.

Empezaré la reseña hablando de la protagonista indiscutible de la historia (y la que la narra en primera persona): Claudia. Lo curioso de este personaje es que, pese a tener tantas cosas buenas como cosas malas o reprochables que decir de ella, me pareció tan imperfecta como maravillosa. Principalmente por dos cosas: por ser un personaje moderno para la época en la que se ambienta la historia, y por ser una mujer real. Y cuando digo real, quiero decir que la autora consigue algo que pocas logran: crear a un personaje que evoluciona, que comete mil errores (muchos de ellos comunes en el ser humano) y que no solo los afronta y los supera, sino que aprende de ellos. Sólo por ver el desarrollo interno de este personaje, este libro merece muchísimo la pena. 

Cometimos el primer acto de rebeldía de una vida que iba estar marcada por la transgresión de la llamada «moral».


Como decía, una de las cosas que amé de este personaje fue lo adelantada a su época que creo que es. Está constantemente cuestionándose el mundo que la rodea (Roma, a.C), el papel de la mujer en el matrimonio, en la sociedad, en la política, etc.  Otro de los atractivos de este libro es precisamente las reflexiones, la forma de ver el mundo y sus impresiones sobre él, que tiene el personaje. 

Pensando en la vida de mi madre, entregada por completo a la familia, oprimida por las preocupaciones y consagrada a nuestro cuidado, me prometí que la mía no sería jamás como la suya.


También considero que es un personaje moderno y fuerte porque desde pequeña tiene claro qué papel quiere representar en su entorno: quiere tomar sus propias decisiones, quiere ser ella y no otro (ni su marido, ni su hermano*, ni su amante) la que decide cual es su destino y quien forma parte de él: ya era libre antes de que mi marido muriese [...] En mi lecho entra quien yo quiero. Una de sus peores prisiones no es otra que su matrimonio, concertado cuando aún era una niña, y sin amor,  llegando a considerarlo como una prisión (con) un hedor que no le dejaba respirar. Precisamente por considerar este matrimonio como una prisión, no quiere que su hija tenga ese mismo destino:
-Q: Mi hija tiene que convertirse en madre de familia, no en bailarina o en una sabionda de salón.
-C: Nuestra hija se convertirá en lo que quiera.
-Q: ¡Basta!


*Hablando de su hermano, Publio, creo que es un personaje que pasa bastante desapercibido pero también muy interesante. Es la contraposición de Claudia: si a veces ella tiene actitudes que considera como de hombre (me gusten la astronomía y la filosofía, y seduzco y abandono a los amantes con indiferencia viril), su hermano tiene escenas que nos podrían recordar a una mujer, como sus travestismos femeninos. Es un personaje al que le rodea cierta ambigüedad, sobre todo en respecto a su relación con su hermana. Es, además, el defensor de Claudia por excelencia, mucho más que cualquier otro hombre en su vida. 

Claudia a Publio: Fue la primera vez que mi corazón sintió ternura. Tuve ganas de coger esa flor, no para romperla o tirarla como solía hacer con todas las cosas frágiles que caían en mis manos, sino para contemplarla [...] Debía cuidar de ti.

El otro motivo principal por el que dije que amaba a este personaje es por lo humana que es. Como tal, comete muchos errores, e incluso incoherencias, pero creo que es uno de los pocos personajes en los que esto no lo he visto como un fallo, sino como algo bueno: la hace una mujer real, no una mujer imposible de esas que pintan muchos libros. Tan perfectas, y tan difícil de empatizar con ellas por ese motivo. Claudia es una mujer cambiante, una mujer que se deja llevar por sus sentimientos en cada momento por independencia incluso de que esto a veces tenga consecuencias negativas para ella. Es, además, una mujer un tanto superficial, ya que en su juventud adora la belleza y de alguna manera desprecia a los que son mayores, pensando que ese destino nunca será el suyo, que ella siempre será bella. Pero otra de las cosas maravillosas de este personaje es que también aprende que esto no es así, y aunque le cuesta, acepta que los años pasan irremediablemente. 

Pensé que amar, en el fondo, era muy sencillo.

Si bien es cierto que dije que es una mujer que lleva por bandera su independencia, especialmente con los hombres, esto cambia cuando conoce a Catulo. Desde este momento, nace en ella el constante debate entre luchar por su preciada libertad y, a su vez, la dependencia total que siente hacia la persona amada. Durante toda la historia estará bailando en la linea que divide estas dos opiniones.

«Lo he perdido, lo he perdido para siempre»Y a esta conclusión, que me consumía en la angustia, la seguía rápidamente la rabia. «Pero si al primer obstáculo ya ha renunciado a mí y ha preferido buscarse a otra... ¡Qué voluble y superficial!¡No quiero a un hombre así!

Hablemos ahora, por tanto, del poeta que revoluciona la vida de Claudia: Catulo. Mientras que los defectos de ella llegué a valorarlos por hacerla una mujer real, y que de alguna manera sirven al personaje para evolucionar y aprender de sus errores, esto no pasa en el caso de Catulo. Me pareció un hombre caprichoso, egoísta, y muy posesivo. Mientras que ella lucha a lo largo del libro por no herirle sin renunciar a su forma de pensar (nunca le hice daño a ningún hombre a propósito), defendiendo libertad que ella tanto valora, él lo único que hace es fomentar su lado malo y tratar constantemente de quitarle esta libertad, llegando a considerarla una posesión, cosa que ella odiaba que hiciera su marido.

¿Dónde estabas?¡Te he buscado por todas partes - Me acosó -. ¿Por qué te has escapado de esa manera? ¡He creído que... te habías ido con otro! [...] ¡Te he esperado tanto rato que he llegado a pensar que [...] tenías una cita con otro!

Son muchas las escenas de este estilo, en las que él está constantemente (y sin motivos) desconfiando de ella, y a la mínima que no hace lo que él quiere, le reprocha no amarle y estar con otros. Con el te amo por bandera, y escudándose en este sentimiento y en su personalidad de poeta atípico, insiste constantemente en esta posesión y dependencia. Llega un momento en que, en vez de amar a una mujer real, ama a un personaje ficticio que sólo existe en sus textos: Lesbia. Lesbia es la representación exagerada (y llena a veces de rencor y otras de amor) que hace Catulo de Claudia. Nunca despierta de ese sueño poético que tiene, siempre la ama incondicionalmente, pero bajo sus reglas.

Por tanto, ¿recordáis cuando al inicio de la reseña citaba un fragmento de un poema escrito por él mismo, donde decía amo y odio? Pues bien, ese es, entenderéis ahora, el resumen de esta relación. A veces, considero, es una relación un tanto tóxica, especialmente por parte de Catulo, y ninguno de los dos pone el suficiente empeño en cambiar las cosas. Sin embargo, no todo es negativo en esta historia. Pese a lo dicho anteriormente, creo que también tiene cosas positivas para ambos. Desde que le conoce, Claudia aprende lo que es sentirse amada por un hombre (con matices, a veces, el concepto de amar), ya que hasta el momento el único hombre que la había querido era su hermano Publio (ni su marido, ni sus amantes). 


-CL: Antes me has dicho que habrías cambiado algo que hizo Orfeo
-CA: Sí
-CL: ¿Qué es?
-CA: Si las tinieblas te llevasen, no te dejaría ir sola. Iría al inframundo contigo.
-CL: ¡Mi dulce Catulo! Pero si odias la oscuridad.
-CA: La oscuridad es cuando tú no estás. Tú eres la luz; sin ti, solo existe la noche.


Pese a que mi opinión de Catulo no sea tan buena como la que tengo de Claudia, es un personaje del que también se pueden analizar muchas cosas. Lo malo, es que siempre desde los ojos de Claudia, que es la que narra en primera persona. En el fondo, creo que la autora nos quiere hacer a la idea de cómo serían los pensamientos del Catulo de su época original, dramatizándolo un poco y añadiéndole esa personalidad de poeta atormentado que a los escritores tanto les gusta explotar. El Catulo de este libro no deja de ser un niño, que aún no es hombre, que defiende a capa y espada una visión del amor, su visión del amor, que no tiene porque ser la misma que la que tiene la persona que ama. Y este es el principal problema de la pareja, que cada uno tiene una visión distinta del amor, y a veces, incompatibles entre sí.

Para darnos la posibilidad de vivir otras vidas. ¡Nuestro amor es demasiado grande para vivirlo en una sola!

Dicho todo esto.. ¿Qué decir sobre la autora? Me pareció maravillosa. Por partir de una historia más o menos real, como es la de Catulo y Claudia, de la que a día de hoy no se conoce su rostro, sino únicamente su forma de ser, precisamente a través de las descripciones que hizo el poeta sobre ella. Me gustó su forma de escribir, su capacidad de mezclar datos históricos de la Roma de la época con hechos ficticios creados por ella misma. La ambientación es bastante buena, y la profundidad que le da al personaje de Claudia (dejando de lado, quizá, a otros personajes que también serían interesantes) no puedo más que aplaudirla. 




Por todo esto, considero que este es un libro imprescindible, o por lo menos para mí lo ha sido. El personaje principal es, como dije, tan imperfecto y real como maravilloso. Pese a todos sus defectos, consigues empatizar con ella y vivir su evolución como si fuese la de alguien conocido para ti. No es una trama especialmente innovadora, pero la autora la desarrolla muy bien, con una ambientación muy adecuada y unos personajes secundarios que aportan los matices necesarios para entender mejor a la protagonista (aunque me hubiera gustado que los desarrollase aún más). En definitiva, la autora consigue dar vida a una mujer, Lesbia, que hasta el momento sólo había existido en los poemas de Catulo, y sólo a través de su visión infantil y caprichosa de ella. 






12 comentarios:

  1. Hola! me gustan mucho las novelas históricas y me parece muy llamativa la historia de esta mujer que rompe con las normas de la época. No sé si lo llegaré a leer pero lo tendré en cuenta, gracias por la reseña!
    Saludos desde El Refugio del Dragón de Tierra!

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    1. ¡Hola! Gracias a ti por comentar, espero que finalmente te animes a leerlo. ¡Saludos!

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  2. ¡Hola, hola!

    El personaje principal me da curiosidad.
    Siento que es una historia con la que es fácil llevarse. Me lo llevo anotado para ler en un futuro.

    Muchísimas gracias por la entrada
    ¡Un gran abrazo! ❤

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    1. ¡Hola! Espero que le des una oportunidad. Gracias a ti por comentar, ¡Saludos!

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  3. Hola, no había escuchado del libro pero desde la portada llamó mi atención jeje y ahora con la trama quedo intrigada.
    Qué bueno que te gustó nuevamente con la re-lectura =)

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    1. ¡Hola! Si un libro te parece bueno leyéndolo otra vez, es una muy buena señal si :3 ¡Saludos!

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  4. Hola, gracias por la reseña, tiene muy buena pinta.
    Saludos

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    1. ¡Hola! Gracias a ti por comentar, espero que te animes a leerlo. ¡Saludos!

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  5. Pues no conocía este libro o por lo menos no me sonaba pero creo que por el momento lo dejaré pasar.
    Besos!

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